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miércoles, agosto 04, 2004


Music by: Muse [Citizen erased]

Ya estaba yo muy cagado cuando me empezó a remorder la conciencia. Le quité la rodilla del cuello y el güey se empezó a ahogar, así que lo puse boca abajo con una última patada. No quería que el puñetas pensara que se iba a salvar. Escupió su sangre y probablemente ácido gástrico; se acabó de manchar la camisa y los pantalones de lona. Era un asco hecho y derecho.

-Hey, Macoy, levántate, o te corto las orejas.

Le decíamos Macoy porque se parecía en lo grande y peludo al Dr. Henry J. McCoy, el Beast de los X-Men. Podíamos estar jodidos de a madre pero no dejábamos de ser geeks.

-No puedo...

Apenas murmuraba. Seguro que no podía, pero no podía dejar que me respondiera que no. Di un paso hacia él y con eso tuvo para intentarlo: se enderezó sobre sus nalgas. Luego se dejó caer otra vez. El mamón ya no podía más, así que lo dejé en paz. Me senté junto a él y le encendí un churro. En el fondo me sentía mal por el pobre animal. No me gustaría estar en sus zapatos. El cabrón lo recibió, y le dio un toque, ni muy corto ni muy largo. Empezó a toser como si tuviera enfisema (que tal vez la tenía, el Macoy nunca se cuidó) pero no se atrevió a rechazarlo o a dejar de fumar. Sabía que lo tenía de los huevos: Una miradita fea y allí acababa todo, en el callejó oscuro detras del estacionamiento de un multiplex. Esos cines nunca me gustaron: te bajan por una película muchas veces chascuarra y una palomitas rancias lo que te cuesta una buena cena con carne en la cenaduría Chuy burros. Esos burros de medio metro... si salíamos de esto me llevaría a Macoy por uno para limar asperezas. Después de todo el puñetín siempre estaba en el lugar más jodido en el momento más jodido. La mala estrella no entiende de karmas y esas mamadas contemporáneas.

-Siempre que me baño evito mirarme los huevos.
-Que pendejadas dices, Macoy.
-Me dan asco tantos granos y pelos. También me pregunto por qué cada vez que me doy una última remojada con agua helada doy una aspiración fuerte, como si me fuera a ahogar.
-Y eso para qué?
-Es para cerrar los poros. Creo que lo ví en el programa de Pipo una vez... se supone que es bueno.

Curioso, el tal Pipo había sido famoso por dejar su show de tv por pederasta. Unas mamás ofendidas se quejaron con la policía de que el payaso les hubiera hecho pi pí de una manera demasiado íntima a sus angelitos. Probablemente ahora esos niños son unos hijoputas como el Macoy y yo. Somos los hijos violados del puto Pipo...

-A veces me pregunto que sería de la vida que nunca tuve.
-Macoy, te acabo de dar el churro y ya se te subió el pedo.
-Cómo sería todo si me hubiera ido con la chica de la panocha pelada en vez de la peluda?
-La Mena?
-Sabes porque la escogí a ella y no a la otra? Porque pensé que su pepita era demasiado buena para mis huevos sucios y feos.
-Conociste a Mena en un un congal?
-Siempre pienso en la otra, en la chica afeitada. Era la que más me gustaba. Puta madre, a cualquiera le hubiera gustado.

Macoy se acabó el churro y me volteo a ver con sus ojos enrojecidos de perro apaleado. Seguía hecho un asco.

-Llévame a casa, George.

Con esa pinta de pordiosero me dío casi más lástima que repulsión.

-Nadie nos va a llevar, Macoy, Estas apestado. Una caca sería ahora mas agradable que tú. Nadie nos va a llevar.

Me recordó la vez que me quedé en la calle de noche vestido nadamás con lodo, arena y sangre. Tuve que ir a pié hasta la casa de una amiga de la facultad. Su hermano casi me revienta el hocico; creyó que era un depravado. Menos mal que no me conocía bien.

-Hay que ir a la parada. Está corriendo aire, me secaré en un rato. Allí están los contenedores de basura. Seguro hay bolsas plásticas, tiene que haber unas grandes, son en las que traen el maíz y la mantequilla en polvo. Si me envuelvo en ellas no habrá pedo. Por favor.


cn

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