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martes, junio 22, 2004
6:13 p.m.
Mi padre es un hombre seco, inescrutable. Nunca me dejó verle un dolor o una lágrima. Ni siquiera una alegría. Y yo no le dejé ver las mías. A veces las cosas que aprendes no son las que te enseñan. Son la única manera posible. Luego te vuelves viejo y te lo cuestionas todo. ¿Por qué tu madre no fué perfecta? ¿Por que no pudiste hacer de tu hermano un amigo? A veces son éstas recriminaciones las que te van consumiendo poco a poco. Y otras veces, desearías no haber nacido en primer lugar. La última vez que ví a Isabel vestía una blusa negra que mostraba muy bien la forma redonda de sus senos, y una falda roja con ensortijados motivos negros a los costados cuyo dobladillo le llegaba hasta abajo de la rodilla. Sus pantorrillas fuertes y anchas terminaban en unos diminutos zapatos negros de 5 lazos. Su piel morena se miraba clara bajo la luz blanca de la *********. Se había planchado el cabello revuelto y éste le hacía un delicioso marco a su rostro redondo. No llevaba maquillaje. Nunca llevó maquillaje, sólo esa cara limpia que me hacía pensar en las niñas del colegio cuando hacen los honores a la bandera. Me miró y parpadeó un par de veces. Luego me dió la espalda. Y mientras miraba caer con gracia su cabello y el punto de sus enormes nalgas en el que empezaban a salir los surcos de la falda, me dí cuenta de la ineludible y desastroza realidad: La había perdido para siempre. cn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caballo Negro© es una tira cómica de Jorge Cavazos.
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