Ayer ví llorar a un hombre. Estaba sentado en la barra de un bar de mala muerte que está en Felix U. Gómez. Recargaba su cabeza sobre sus brazos y éstos sobre la barra. No le habían quitado de enfrente sus botellas de caguama. Llevaba 6. A su lado estaba otro hombre, este llevaba sólo 2.