Estamos hablando de muerte. De muerte de verdad. No la muerte que ves en las películas. Ni siquiera la que ves en los noticieros. Estamos hablando de la muetre que le damos a los cerdos y a las vacas en los rastros. Pero a personas. De gargantas cercenadas con cuchillos de batalla y vientres abiertos en canal hasta desangrar el cuerpo. Muerte que unas personas le dan a otras. Muerte que nunca vas a mirar.