5:16 p.m.
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Generalmente cuando un extraño te provoca piensa que te vas a amedrentar. Que le vas a sacar la vuelta o algo. Eso me pasó anoche:
Conduciendo por Constitución, como siempre, me quedé atrapado entre dos carros muy lentos, uno enfrente de mí, en el carril de enmedio, otro a la derecha que iba justo a mio lado y no podía rebasar y un trailer a mi izquierda que nos iba pasando a todos. Si algo me caga son los conductores lentos.
Total, esperé a pasarme al carril de la derecha, (iba a dar vuelta en una Y) y derrepente las luces altas de un carro atrás. No sé de donde salió, no sé que iba a ser, solo sé que lo traía muy pegado. Me cambié de carril y creo que me quiso rebasar a su vez por mi izquierda, pero se le acabó el espacio, me pasó rozando sobre unas boyas y regresó atrás de mí. Luego me rebasó por la derecha en el carril que se abría, y al hacerlo hizo un ademán de echarme el taxi. A mi me valía madre, yo venía pensando en que logovo me había linkeado, y para pelear tienes que estar in the mood. Pero para este punto ya me había encabronado. Quién se creía ese puto?
Me fuí tras él y me sacó una mano; no sé que gesto hizo. Entonces empezó la persecución. Pensé que tendría más huevos, pero no. Huía. Después de diez minutos lo arrinconé (nunca me ha dado miedo chocar, me vale madre). Se bajó el taxista y su pasajero, ambos con aspecto de cholos.
-Qué traes, pendejo?
-Nada güey, es que no nos dejabas pasar...
Mádres!
Nunca peleo limpio, le azoté un chingazo con el bastón del carro en el estómago y luego lo pateé; el cabrón cayó sin aire y luego se puso a llorar. El pasajero ya no estaba, se había ido corriendo; lo ví a lo lejos.
-Eres un puñetas de mierda. Ya cállate puto, deja de chillar.
Luego él salió de la casa frente a la cual estábamos, un monstro moreno de dos metros y unos puños masivos.
-Qué está pasando?
-Nada. Me acabo de madrear a este, nadamás.
-Y por qué?
-Pues me venía chingando.
-POR QUÉ ENFRENTE DE MI CASA?
-Pues yo no lo escogí, pero hasta aquí lo pude agarrar.
-Estoy cenando tranquilamente con mi esposa después de un día de trabajo muy largo. Hoy es jueves, toca pastel de carne. Mi esposa hace el mejor pastel de carne. Me gusta llegar a casa los jueves, disfrutar mi cena y conversar con ella. Me dá tranquilidad. Pero hoy vienes tú a golpear a alguien a mi puerta? A quitarme la calma? Quién chingados te crees que eres?
-Uh... lo siento. Pero ya me voy.
-Después de perturbarme así a mi casa crees que te puedes ir como si nada?
No recuerdo muy bien lo que pasó después de eso, hasta que me ví a mí mismo entrando a mi casa sin mochila y sin corbata, con las llaves en una mano y el bastón ensangrentado en la otra. Se siente bien pinche no saber cómo llegaste a donde estás. No sé que ocurrió después. Solo me sentí muy fatigado y adolorido, y me fuí a dormir.
Lo que me encontré hoy al despertar, prefiero no decirlo.
cn