-Veo a esa mujer y no puedo desviar la mirada. Su cuerpo me hipnotiza. Su rostro de suaves ángulos y su piel morena. Sus piernas rematadas en un trasero grande y firme. Sus pechos pequeños. Su cabello revuelto azabache. Me excita mirarla. Me mesmeriza escuchar su voz ronca. Verla caminar es como sentir que me lame el pene.
-Yo... ya no me fijo en viejas. Estoy casado.