<body bgcolor=#283034 text=#cccccc link=#cc6666 vlink=#996666 alink=#333333 marginwidth=0 marginheight=0 leftmargin=0 topmargin=0><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d4107937\x26blogName\x3dCABALLO+NEGRO\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://caballonegro.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_MX\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://caballonegro.blogspot.com/\x26vt\x3d-6885621735386824362', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

martes, marzo 04, 2003


Music by:

Pinche vieja malcogida

Me pegó para abajo una mala noche. Me fuí al lugar de Prestigio, a que me hicieran un lap dance, con los compas del jale. Según ellos, íbamos a comprobar la leyenda urbana de que allí trabajaba una teibolera que es la doble de Björk, de manera que ahí me tienen.

-Usted no puede pasar.
-Por qué no?
-Viene mal vestido. Por docientos pesos más, ignoraremos el detalle, si gusta.

88-88*^2323Mig*

Se quejó porque no me gustó. La mandé al carajo.
Nunca lo hubiera hecho. Se puso histérica. Me vació una copa, tuve que salir con medios pantalones abajo. Nos sacaron los gorilas. Nunca me había puesto las manos encima un sacaborrachos. Lo madreé. Ese también fué un error. No te pongas con Sansón a las patadas. Me persiguió hasta el auto.
Saqué la pistola.
Se culeó. Se cabreó. Mis camaradas no se movieron. No lo podían creer. Jamás hubieran imaginado que yo tuviera una pistola.
Yo sí. Por fin abrí la cajita que me dejó el ladrón de mi autoestéreo. Traía una carta más, y el arma.

-Cálmese, hombre, no pasa nada...
-Donde está mi pinche dinero??!! Regrésame mi pinche dinero.
-Está bien, está bien. Ronie, regrésale el dinero del cover.
-Y quinientos pesos de indemnización.
-No se pase, jefe...
-Te voy a volar la pinche cara! No me dá miedo, pendejo. Ya lo he hecho antes, y créeme, lo volvería a hacer.

Creo que en el fondo, el gorila y su amigo Roni sabían que no lo haría. Hasta yo lo sabía. Era evidente el temblor de mi mano y mi voz quebrada. Pero no se iban a arriesgar por 500 pesos.
Mierda, mierda. Entonces recordé a Ron Damón, y las chingaderas que acarrea asaltar a alguien por tus huevos.

Me los dieron. Un billete de 500.
-Toma. -Se lo regresé. -Es tu propina. De acuerdo?
-De acuerdo, jefe...
-Estamos bien?
-Estamos bien.
-Muy bien. No me vuelvas a tocar.

En el camino nadie habló. Expliqué que el arma era una réplica, que no era real. Pero no creo que me creyeran: no la quise mostrar.
Desperté con un dolor de la verga. Fueron los chingazos que me alcanzó a arrimar el gorila.
Todo por esa pinche vieja.
"Las malcogidas", les dice un amigo.

cn


[Powered by Blogger]