5:54 p.m.
Music by:
Nadie me mató, después de todo. La necesidad de ser un muerto nunca fue mía, sino del fantasma de Don Rogelio Unha.
W regresó cargada de cosas, Lucy se fué al fin, sola.
No quiero recordar más los sucesos de semanas pasadas. No fueron los mejores días de mi vida. Resulté medicado, y hasta ir a un psiquiatra me recomendaron. Los recados cesaron. Las llamadas cesaron. El yo creyéndome un duro cabrón, cesó también. Estar muerto no la mueve. Ni morirse despacito. Ni atosigar a la catrina.
Moraleja:
No coman porquerías en la calle.
Llueve en Monterrey y hace frío.
Ya me voy con W, a jugar Silent Hill y juguetear bajo las sábanas.
Como en los viejos buenos tiempos.
cn