El camino a mi casa estuvo de la chingada: Lucy se puso a contarme cosas de su niñez, cosas de su abuelo. Cosas que nunca debieron suceder. O tal vez eran pendejadas de esas que dices cuando estás ebrio, pero lo dudo mucho. Lucy dice que quiere mucho a su abuelito porque le enseñó a hacer el amor.
Prefiero no pensar es eso.
Coño.